Mirando atrás en los años 60, en que Santiago de Compostela era el centro neurálgico de Galicia, no había nadie en la esfera cultural progresiva, únicamente se podía apreciar las secuelas de la deprivación y un escenario de destrucción sistemática de las expectativas de construcción de nuevas perspectivas.
Se concluye celebrando el entierro de la asesinada filosofía, acompañada por un séquito de sus propios verdugos, burgueses con afán de protagonismo, disfrazados de académicos, banqueros, empresarios, religiosos o simplemente artistas del rio revuelto.
Revisando en la actualidad el panorama de la producción intelectual en nuestra escena gallega, acredito que todavía es más lamentable que la anterior, ya que ahora los mismos, han logrado hacer pasar por creativa, su ausencia de discurso, propalado con el idioma del dinero,y utilizan a los artistas y sus proyectos como prótesis para la columna vertebral y el aparato locomotor de su eterno pensamiento caciquil.
Es ya sabido que la dinámica social cuando se psiquiatriza , convierte al plano colectivo en una comunidad terapéutica abierta, no exenta de riesgos para sus miembros, y que la necesidad de supervivencia obliga a hacer concesiones y a desertar de cualquier compromiso ante la evidencia de la inexistencia de alternativas y de que el único soporte viable es servir de alimentación al sistema que los alimenta.
Aunque todo parece indicar aparentemente que el sentido y las raíces de nuestra sensibilidad comunitaria, se han malogrado, y siendo evidente que precisamente todos los argumentos y pretextos que se utilizan para mantener la atención de la masa ignorante giran en torno a la identidad, ambas son nuevas falacias tácticas y estratégicas para mantener el mismo estado de cosas por los siglos de los siglos y seguir manteniendo la idea general de un falso imaginario colectivo como señuelo para estafar a los ilusos y despistados y finalmente someter a un clima tóxico y patológico a los participantes en este juego macabro.
Sépase públicamente que el giro que se ha producido con motivo de la aculturación tecnológica ha generado unos nuevos presupuestos ,y una apertura a nueva mentalidad y a unas nuevas doctrinas, fuera del alcance de estas malas artes, y que nadie nunca podrá impedir el ejercicio de la libertad ni que prospere la evolución de la calidad de los contenidos, fruto del esfuerzo y la consistencia intrínseca de la realidad humana,hacia una mutación no baldía.

ANTONIO BRECH